El repunte de la construcción choca con las incertidumbres de la crisis sanitaria
En los próximos ocho años invertirá 123 millones de euros
La Sareb se va a convertir en la principal promotora inmobiliaria de Cantabria en los próximos años al reactivar el suelo que tiene en la región, procedente de los bancos. Desde su creación en 2012, apenas se ha limitado a poner en venta el patrimonio que heredó en el proceso de saneamiento de las entidades financieras, y a pagar los IBIS y gastos de comunidad de los inmuebles que posee pero solo le quedan ocho años para dar salida a todos sus activos y va a hacerse notar en el mercado.
La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) va a aprovechar por fin las grandes reservas de suelo que tiene en Cantabria y ha previsto invertir 123 millones de euros en los próximos siete años para promover 1.200 viviendas. Se trata de una de las actuaciones más intensivas del país, casi cuatro veces por encima de la media.
La sociedad ha creado una gestora inmobiliaria con este fin, denominada Àrqura Homes, a la que ha aportado terrenos y obras en marcha o paradas por valor de 776 millones de euros, entre ellos, una promoción sin concluir en el barrio santanderino de Tetuán y varios solares en Peñacastillo, Santa Cruz de Bezana y Castro Urdiales que se acometerán en primer lugar. Dejará para más adelante los suelos y promociones iniciadas en el interior de la región, donde la demanda sigue sin justificar su puesta en el mercado.
La Sareb es, probablemente, la mayor propietaria de suelo construible de Cantabria pero en los últimos siete años apenas ha empleado 9,5 millones de euros en su desarollo, y en esta cantidad se incluyen las promociones que se encontraban en proceso de finalización. Todo este suelo procede de los bancos, que a su vez se lo incautaron a los promotores privados que no pudieron hacer frente a los créditos, y ha estado parado, si bien es verdad que la demanda de vivienda nueva era mínima, y parte de los solares están lejos de las zonas donde ahora se concentra el interés de los compradores: Santander y el borde costero.
La puesta en marcha puede general 5.000 empleos en la construcción
El hecho de que no saliese al mercado provocaba una paradoja, porque también paralizaba a los promotores privados, que se habían quedado sin suelo propio y sin entidades dispuestas a financiárselo. Varios de ellos hubiesen mantenido alguna actividad de haber podido alcanzar acuerdos con la Sareb para acceder a ese suelo en una operación conjunta.
Solo unos pocos promotores, los que tenían un gran músculo económico, siguieron conservando solares y aún estos han actuado con muchísima cautela, con promociones muy pequeñas y espaciadas.
El gigante público despierta ahora, cuando ya casi no le queda competencia, y se lanza a una política de promociones en todo el país, con la intención de invertir casi 3.000 millones de euros hasta el 2027. Los 123 que tiene previsto emplear en Cantabria, representan casi cuatro veces más de lo que correspondería a la comunidad por su volumen de población o por su PIB.
Unos 5.000 empleos
«En un momento como el actual, nuestra estrategia de transformación de préstamos en inmuebles y el impulso a la actividad de promoción residencial cobra, si cabe, más valor, ya que nos permite contribuir a la reactivación y dinamización del mercado inmobiliario», ha asegurado el presidente de Sareb, Jaime Echegoyen, tras recordar que Cantabria será una de las regiones a las que la compañía dedicará un mayor atención.
Fuentes del sector calculan que esa inversión supondrá unos 5.000 empleos y dará un importante empujón a los índices de actividad que registra la construcción.
Con quien no parece contar la Sareb es con los promotores locales, con los que tampoco se ha puesto en contacto ahora que vuelve a la actividad.
Se acaba el plazo
La sociedad está obligada a mover ya el patrimonio inmobiliario que acumula. Cuando fue creada en 2012 para sanear los balances de las entidades españolas recogiendo sus activos tóxicos se estableció un plazo máximo de quince años para gestionar esta enorme cartera de suelo y de edificios y ponerla en el mercado con el menor quebranto posible. Ese plazo vence en 2027.
Hasta ahora, esta sociedad semipública (el 45% del capital es del Estado y el 55% restante de los bancos) ha sido muy conservadora, porque el mercado de la vivienda seguía sin despegar en España, lo cual no significa que esa estrategia le haya salido barata. Solo en Cantabria se ha visto obligada a gastar en estos siete años 52 millones de euros en los inmuebles que posee o que ha ido vendiendo poco a poco, dinero que ha tenido que emplear en el pago de cuotas de comunidad, el mantenimiento de los pisos, el abono de los IBIs y, especialmente, en comisiones a las comercializadoras con las que llegó a acuerdos para que gestionasen las ventas (Altamira Asset Management, Haya Real Estate, Servihabitat y Solvia).
Los gastos de gestión que le han supuesto todas las propiedades que acumula en el país se han elevado en este tiempo a 2.661 millones de euros, casi 400 millones al año.
La Sareb recibió en 2012 el mandato de liquidar una cartera de 50.781 millones de euros formada por préstamos al promotor y por inmuebles, adquirida a nueve entidades financieras que recibieron ayudas públicas.
En sus siete primeros años de vida, la compañía ha reducido esta cartera en 18.117 millones de euros, un 36%, y ha contribuido a sanear el sector financiero y a dinamizar el mercado inmobiliario.
Sareb ha aceptado propuestas de ayuntamientos y gobiernos para emplear algunos de estos inmuebles en paliar el problema de la vivienda social en España. A través de convenios, ha puesto a disposición de estas instituciones un parque de hasta 10.000 inmuebles, de los que 2.400 ya están comprometidos. En el caso de Cantabria, han sido 46 viviendas las cedidas (40 por convenio con el Gobierno regional y seis con el Ayuntamiento de Santander).
