El Santander concluye el búnker en tiempo récord

Más de 3.000 currículos de cántabros han llegado a las oficinas del Santander para trabajar en el búnker de Solares, que dará empleo a unas 200 personas. Otros muchos se han dirigido directamente al departamento de recursos humanos de la entidad en Madrid. Es un síntoma del interés que despierta entre los jóvenes locales la única iniciativa de empleo importante que se otea en el horizonte. El Banco ha dado instrucciones para que la mayoría de los elegidos sean de la región, pero serán las empresas contratistas de cada actividad las que decidan.
El CPD de Solares será operado por compañías externas, que se harán cargo de las distintas áreas, desde el proceso de los datos a la limpieza o la jardinería, y cada una aportará sus trabajadores. Esa externalización y el hecho de que el perfil profesional solicitado sea, mayoritariamente, de técnicos medios, con una remuneración de unos 24.000 euros al año, y no de ingenieros, rebajará un poco las expectativas que se habían creado sobre el valor añadido que aportará el macrocentro informático a la comunidad. No obstante, será el apoyo más sólido que tenga el sector de las nuevas tecnologías en la región. Y es solo el comienzo, porque la extensa finca adquirida por el Banco acogerá en un futuro un segundo CPD con otros dos búnkeres. Una ampliación que creará nuevas oportunidades de trabajo y que convertirá el recinto de Solares en absolutamente singular.
Los dos inmensos edificios rectangulares ya construidos, de 140 metros de largo, y sus dependencias auxiliares apenas ocupan 30.000 metros cuadrados de los 300.000 que el Banco ha adquirido en un otero muy próximo al casco urbano de Solares desde el que se domina la Autovía Santander-Bilbao. Una enorme superficie que prolonga hacia el lado sur de la Autovía el polígono industrial de Marina-Medio Cudeyo, que desarrolla un consorcio público-privado.
El Banco no pudo conseguir el emplazamiento que deseaba a la entrada de Santander, en los terrenos situados frente al Parque Científico y Tecnológico de Cantabria (PCTCAN). La urgencia para ejecutar el proyecto no permitía esperar a que el cambio de calificación de los terrenos se acometiese a través del Plan General de la ciudad, que a día de hoy todavía está sin aprobar, y el acto público de presentación, junto al alcalde de la capital, resultó fallido.
En la búsqueda de alternativas, representantes de la entidad financiera se interesaron por Camargo, un ayuntamiento estratégicamente situado en el entorno de la Autovía Santander-Torrelavega y la Ronda de la Bahía. Pero, finalmente, el Banco optó por esta colina de Medio Cudeyo, delimitada por la Autovía y la carretera nacional, en la que dispondrá de una importante reserva de suelo para hacer una segunda fase, además de unos accesos privilegiados, ya que el Gobierno regional consiguió que Fomento autorizase un enlace directo desde la Autovía, que correrá a cargo de los promotores del polígono y beneficiará también a los habitantes de Solares.
La existencia de un PSIR en la zona (Proyecto Singular de Interés Regional) allanaba notablemente el camino y los terrenos donde se iba a levantar el centro de proceso de datos eran los más adecuados por sus características geológicas y geotécnicas, teniendo en cuenta que las edificaciones principales iban a ser soterradas y necesitan unas condiciones de seguridad sismológica muy altas.

Una obra en tiempo récord

La obra ha sido meteórica, si se comparan los 240 millones de euros de inversión (aunque buena parte es en tecnología) con otras de semejante cuantía, como las de Valdecilla, aunque la complejidad no sea comparable. En menos de 20 meses se han excavado y construido los dos enormes paralelepípedo de hormigón antisísmicos en cuyo interior se alojarán las inmensas baterías de servidores informáticos que controlan parte de la operativa diaria del Banco, en concreto, todas las operaciones que el Santander realice en Japón, Australia, Hong Kong y Singapur y las que en el futuro hará en China, donde tiene previsto abrir algunas oficinas, aunque con una cierta cautela.
La seguridad no solo exige que todos los procesos sean redundantes (se han construido dos edificios gemelos que harán las mismas operaciones, por si fallasen las máquinas o los suministros de cualquiera de ellos) sino que, además, han de ser capaces de afrontar cualquier contingencia, incluida la de un terremoto. Por ese motivo, los blindajes de hormigón son dignos de un refugio atómico. Nada puede interrumpir la atención a los 90 millones de clientes que el Grupo Santander tiene repartidos por el mundo y, mucho menos, poner en riesgo la información sobre los depósitos o los saldos de cualquiera de ellos.
Los datos viajarán por los gruesos cables de telecomunicaciones que enlazan el mundo con el nuevo CPD de Solares (también duplicados y contratados con compañías operadoras diferentes, para evitar los efectos que causaría un fallo en cualquiera de ellas) y su procesamiento requerirá un enorme consumo de energía eléctrica, tanto en los propios servidores informáticos como en la refrigeración, cuyas torres en forma de prisma dan un aspecto singular a los edificios. Los racks de servidores se concentrarán en una sala fría, una habitación con un sistema específico de refrigeración donde la temperatura se mantendrá entre 21 y 23 grados centígrados, lo que que evitará las averías en los equipos informáticos causadas por el calor que producen.
No obstante, este quinto CPD del Banco va a ser el más eficiente energéticamente, con un 35% menos de consumo que el más avanzado de los otros cuatro con que ya tiene el Banco, situados en Madrid, Londres, Querétaro (México) y Brasil. Una buena parte del calor generado en los servidores informáticos será recuperado para la climatización.
Las salas de procesadores están situdas en la planta subterránea de los búnkeres, lo que les da aún más seguridad, mientras que el grueso de las plantillas que atiendan el CPD trabajará encima, en la planta sobre rasante. Esa disposición semisubterránea hace que, a pesar de sus dimensiones, los dos edificios gemelos no muestren al exterior su enorme contundencia. El ajardinado del complejo, en el que Botín ha puesto mucho empeño, hasta el punto de señalar el número de árboles y de especies que debía tener, le dará a todo el conjunto un aspecto relajado, muy distinto al de cualquier otro centro de trabajo de la región. Además, el perímetro del amplísimo terreno ocupado por el Santander, al que ha sumado otros 56.000 metros cuadrados recientemente adquiridos para una futura expansión, estará circundado por un paseo peatonal.
El CPD de Solares ya está listo para su entrada en funcionamiento, aunque la inauguración oficial no se producirá hasta el 16 de diciembre. Su impacto no se limitará solo a la generación de un importante número de puestos de trabajo. También potenciará la creación de un entorno formativo y de investigación, con acuerdos de colaboración como el firmado con la Universidad de Cantabria que ya ha anunciado el establecimiento de un postgrado en gestión de proceso de datos.

I+D aplicado a la Banca

Las tecnologías se han convertido en uno de los pilares básicos de los nuevos modelos de negocio de la banca y, según un informe de la Comisión Europea, el Santander es la empresa española que más invierte en I+D. También se sitúa a la vanguardia entre todos los bancos de Europa. Sin el avanzado soporte tecnológico que ha conseguido no hubiera sido posible su expansión de estos últimos años, con la entrada en mercados bancarios como el de Gran Bretaña, que aporta el 18% del beneficio del Grupo y donde ha hecho avanzar significativamente los procesos de backoffice, bastante más atrasados que en España.
La base de esa infraestructura la componen la red de CPD’s que tiene repartidos por el mundo, fuertemente potenciada en estos últimos dos años. A la vez que se construía el de Medio Cudeyo, se iniciaba también la construcción del de Campinas, en Brasil, y las obras de ampliación y mejora del situado en Londres. El CPD de Brasil, similar al cántabro, requerirá una inversión de 200 millones de euros y servirá para ampliar su red de oficinas en el continente americano.
Con este quinto centro de almacenamiento de datos y de servidores de proceso que ha construido el Santander en Solares aumentan las garantías para la conservación y el movimiento de los 4.500 terabytes de información que acumula el banco y para las más de tres billones de transacciones anuales que realiza al año su red de negocio. Más de 10.000 transacciones por segundo, sin contar las operaciones que realizan sus clientes por Internet o el billón de comunicaciones anuales que el Banco envía a los usuarios. Una trastienda que cuesta imaginar pero sin la cual todas las oficinas que atienden al público servirían de muy poco.

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