Empeora el riesgo crediticio del tejido productivo cántabro
En lo que va de año se han reducido las disoluciones de empresas y las insolvencias pero no hay motivos para el alborozo: Una de cada cinco empresas de Cantabria (el 19%) presenta un riesgo elevado de impago, un punto más que en 2022 y cinco por encima de los valores prepandémicos. Son los datos que ofrece la plataforma Insight View, a partir de los balances inscritos en el Registro Mercantil.
Los datos que genera esta herramienta se extraen de las cuentas anuales que depositan las empresas y, por tanto, tienen más fiabilidad que las encuestas. De ellos se desprende una estructura bastante endeble, por el pequeño tamaño de la inmensa mayoría de las empresas locales: el 74% del censo empresarial cántabro son microempresas que solo suman el 6% de todas las ventas de la región. Esn el otro extremo, la gran empresa, aunque solo supone el 1% en número, genera el 57% de las ventas.
La distribución por sectores
Por actividades, el 18% de las empresas cántabras se concentra en el comercio, que origina el 25% de la actividad económica. Las industrias suponen el 8% de las empresas de la región, pero su peso económico es casi cinco veces mayor, ya que suman el 36% de la cifra total de negocio. Las ramas más representadas en Cantabria son la metalurgia, la química, la alimentación y la automoción.
Los sectores vinculados a la construcción y al negocio inmobiliario también tienen un peso importante en número (28% de las empresas), pero su incidencia en la economía local es reducida, ya que solo aportan el 6% de la facturación. Les siguen en importancia los servicios a empresas (12% de las compañías y 4% de la facturación) y la hostelería (12% de las empresas y 2% de la facturación).
El sector primario apenas tiene representatividad en el ámbito societario, ya que solo se encuadran en él un 2% de las empresas y apenas aportan el 1% de la facturación total.
Una de las características del tejido económico cántabro es su gran madurez. El 18% de las empresas, que acaparan el 51% de la facturación, tiene más de 25 años, lo que indica que no se está produciendo una renovación real, bien porque las empresas creadas en estas dos décadas y media son de escaso tamaño o porque tienen muchos problemas para asentarse.
En los últimos diez años han surgido el 41% de las empresas que hoy existen en Cantabria pero solo aportan el 18% de las ventas. Este dato quizá no fuese muy relevante en las economías del pasado, pero en estas últimas décadas se ha producido una auténtica revolución tanto en los productos y servicios como en la forma de producir, pero esa representación de la economía moderna no ha cuajado suficientemente en la región.