La financiación privada llega a la sanidad pública
Construir colegios o centros de salud al ritmo que demanda la sociedad no es tarea fácil con los presupuestos ordinarios de una comunidad autónoma. Sobre todo en áreas como la sanidad o la educación, donde los gastos en personal se comen la mayor parte de los recursos.
Para aliviar esta presión y agilizar las inversiones se empezó a utilizar en Cantabria la financiación estructurada. A través de la sociedad regional CEP (Coordinación de Empresas Públicas), la construcción de colegios o centros de salud se ha convertido en un producto financiero atractivo para los inversores privados.
Este enfoque fue aplicado en 2006 por el Gobierno cántabro al decidir que el esfuerzo económico para acometer obras tan urgentes como el Hospital de Reinosa o los centros de salud que se demandaban en Castro Urdiales, Tanos-Cartes, El Alisal, Camargo, Bezana o Nueva Montaña se llevaría a cabo con recursos extrapresupuestarios captados por la empresa pública CEP (hoy Instituto Cántabro de Finanzas). El montante de abordar a la vez la construcción de esas instalaciones suponía cerca de 40 millones de euros, que han sido aportados por una entidad bancaria. La Consejería de Sanidad se convertirá en su usuario mediante la fórmula de renting, es decir, pagando un canon por la ocupación de los centros durante los próximos 20 años y medio, al final de los cuales tendrá la opción a quedarse con la propiedad. Un plazo lo bastante dilatado como para que el peso de la cuota anual que ha de pagar al propietario por la inversión que ha realizado, los intereses y su beneficio empresarial, no resulte demasiado oneroso para los Presupuestos regionales.
Esta fórmula le permite el Gobierno anticipar la atención sanitaria que requerían estas zonas, sin tener que esperar a acumular los recursos presupuestarios necesarios para abordar el coste completo de las obras.
La singularidad de las instalaciones, con recepciones de obra complejas, ha sido otra de las razones que han aconsejado fijar un plazo muy superior al aplicado en la financiación estructurada de centros escolares, cuya propiedad pasará a la Consejería al cabo de ocho años.
Completar el mapa sanitario
De los seis centros de salud que se preveía construir con financiación privada, todos menos los de Bezana y Nueva Montaña están finalizados y han entrado en servicio o están a punto de hacerlo. También es inminente la apertura del Hospital Tres Mares, cuya fecha de inauguración está marcada para el 14 de febrero.
El Hospital va a dar servicio a toda la comarca campurriana y los cuatro centros de salud darán cobertura a cerca de 60.000 personas en puntos tan neurálgicos como el barrio santanderino de El Alisal, donde se ha producido un fuerte aumento de población; ayuntamientos tan densamente poblados como Camargo o Castro Urdiales; y otros en crecimiento, como Cartes y la zona de Tanos, en Torrelavega.
Todos los centros tienen unas dimensiones parecidas, en torno a los 3.000 m2, salvo el de Cartes-Tanos, que es algo menor. También responden a un patrón común en cuanto a servicios, equipamiento e instalaciones, con pequeñas diferencias.
Pioneros en Atención Primaria
El Centro de Salud de El Alisal, que ha supuesto una inversión de 4,1 millones de euros, va a proporcionar todos los servicios de Atención Primaria a una población de 16.769 personas, ya que se hará cargo de la mitad de las tarjetas sanitarias individuales asignadas al Centro de Salud de Cazoña, que pasará a tener una menor presión asistencial.
Uno de los servicios que se han derivado hacia el nuevo centro es el de Atención Temprana, una iniciativa pionera y un modelo de intervención social que ha servido de referencia para otras comunidades autónomas. Esta pensada para prevenir y detectar precozmente en la población infantil la aparición de cualquier alteración en el desarrollo, ya sean de motricidad, de lenguaje, sensoriales o conductuales, y para aplicar una intervención integral cuando sea necesario.
El servicio se venía prestando hasta ahora en el Centro de Salud Sardinero, que actualmente atiende a 337 niños, en su mayoría menores de tres años, con alteraciones en el desarrollo o con riesgo de padecerlas. Para prestar esta atención específica, el nuevo centro cuenta con un equipo integrado por psicólogos, logopedas, técnicos de Atención Temprana y un fisioterapeuta.
Además de este servicio, el nuevo centro alberga en sus dos plantas consultas de medicina general, pediatría, odontología, fisioterapia, enfermería de adultos, y matrona. También tiene salas de preparación maternal y gimnasio, salas de curas, pruebas funcionales y extracciones.
Una obra interrumpida
En el caso de Camargo, la construcción de un segundo centro de salud para atender a los 32.000 vecinos del municipio, era una necesidad desde hace varias legislaturas.
En abril de 2007 comenzaban por fin las obras sobre una finca de 3.000 m2 cedida por el Ayuntamiento y se preveía que en poco más de un año estaría listo para entrar en servicio. Sin embargo, la caída en picado del sector de la construcción le afectó de llenó a la empresa adjudicataria de las obras, Seop, que se vio abocada a solicitar el concurso voluntario de acreedores (la antigua suspensión de pagos). En marzo de 2008 se paralizaban la obras pero el interventor judicial no tardó en autorizar la reanudación y, tras cerca de tres meses de incertidumbre, se retomaba la construcción del Centro de Salud Camargo-Costa. Fue preciso renegociar con las nueve subcontratas que participaban en la obra pero se consiguió concluir el edificio en un plazo razonable.
El centro de salud ha costado, como el de El Alisal, 4,1 millones de euros. Sus cerca de 3.000 metros cuadrados de superficie construida se distribuyen en dos alturas que albergan catorce consultas de medicina general y doce de enfermería, tres de pediatría, dos de enfermería pediátrica y una de odontología. Tiene, además, sala de técnicas y curas, consulta polivalente, sala de intervenciones menores y una sala de extracción de muestras.
El centro cuenta también con una unidad de psicoprofilaxis obstétrica, con una consulta de matrona y sala de lactancia, y una área de fisioterapia.
Un centro muy esperado
Si la presión poblacional justificaba sobradamente la construcción de un segundo centro de salud en Camargo, la situación de Castro Urdiales era todavía más urgente. La única infraestructura sanitaria con la que contaba debía atender a una población de más de 50.000 vecinos y esta cifra de potenciales usuarios casi se duplica en la época estival.
Construido con un presupuesto de 3,7 millones de euros, el nuevo centro de salud tiene una superficie de 3.119 metros cuadrados y queda emplazado en un área de expansión y rápido crecimiento de Castro Urdiales, cerca de otros edificios de carácter público previstos para esa zona, el Instituto de Enseñanza Secundaria y los Juzgados. Sus servicios responden a los requerimientos habituales de Atención Primaria, con una estructura y un número de consultas muy similar al de Camargo.
Algo más pequeño es el centro de salud levantado junto a la ermita de Santa Ana, en Tanos (Torrelavega), que dará cobertura a unas 11.000 personas de Cartes, Tanos, Viérnoles y La Montaña. Tiene una superficie construida de 2.425 metros cuadrados, repartidos en dos plantas.
La inversión en este caso es de algo más de tres millones de euros y el nuevo centro viene a reforzar la asistencia sanitaria en una zona que ha experimentado un notable aumento de población en los últimos años, especialmente en el caso de Cartes, uno de los ayuntamientos de la comarca del Besaya con mayor proyección.