La obra pública más delicada

La rehabilitación y restauración de edificios histórico-artísticos puede ser un indicativo de la cualificación de una empresa. A tenor de su ya dilatada experiencia en ese tipo de trabajos, Ancemar pasaría holgadamente cualquier examen tras la restauración de edificios tan emblemáticos como el Capricho de Gaudí, en Comillas; el convento de Soto Iruz; la Colegiata de Santillana del Mar; la Ermita de Santa Justa, en Ubiarco, o la reparación del arco que comunica los Torreones de Cartes. No obstante, ésta es sólo una pequeña parte de su actividad como constructora.
Fundada hace treinta años por Antonio Ceballos, como una pequeña empresa familiar especializada en reformas, Ancemar dio sus primeros pasos en la obra pública en la década de los noventa. Desde entonces ha ido subiendo peldaños en la escala de certificaciones que permiten licitar con la administración pública hasta lograr la máxima calificación en construcción, la categoría F.
La implantación de una rigurosa metodología de trabajo es uno de los aspectos más cuidados por Ancemar, que fue la primera empresa constructora de España en obtener la certificación OHSAS 18001 de prevención de riesgos laborales. La empresa ha elaborado un manual integrado de gestión que abarca todos las fases del proceso que desemboca en la finalización de la obra.
Ancemar actúa también en el campo inmobiliario como promotora, con obras en ejecución en Potes (46 viviendas), Cóbreces (40), Castañeda (20), Valles y Molleda. Aunque Cantabria sea su campo natural de acción, también ha hecho alguna incursión en el País Vasco, donde ha construido un albergue juvenil.
Tras treinta años de actividad, la firma ha crecido hasta contar con setenta trabajadores, sin perder el espíritu de empresa familiar. Una política de contrataciones estables, que minimiza las rotaciones, y de formación continua, se complementa con subcontratas rigurosamente seleccionadas para mantener sus criterios de calidad.

Nueva oficina en Torrelavega

A su sede de Tagle, donde fue fundada, Ancemar va a sumar en breve una nueva oficina de 350 m2 que estará ubicada en la Plaza de las Estaciones, de Torrelavega. A ella se trasladarán los equipos de administración, costes y contratación, dejando en Tagle la Oficina Técnica.
El buen momento que vive la licitación de obra pública, animada por la proximidad de las elecciones municipales y autonómicas, refuerza la línea ascendente de la empresa que en los últimos años ha duplicado su facturación en cada ejercicio y que alcanzará en 2006 un volumen de ventas de ocho millones de euros.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora