‘Las empresas se sorprenden de la eficacia del telemarketing’
P.- Me han dicho que es usted una mujer hecha así misma. ¿Cómo comenzó?
R.- Con 19 años ya monté mi propio negocio y fui peluquera durante diez años. Primero en Santander y luego, por circunstancias personales, me trasladé a Madrid. Pero al poco tiempo regresé, porque la experiencia no fue buena. No me gustaba Madrid ni mi trabajo en una de las peluquerías más famosas de la capital, así que acabé volviendo y dejando el mundo de la peluquería.
P.- ¿Dónde encontró ese cambio de aires?
R.- Al principio, trabajé como repartidora, aunque en realidad, era un empleo de vendedora de libros. Lo bueno es que a los pocos meses me nombraron jefa de equipo, y desde entonces me he dedicado siempre a las ventas. Siempre he comenzado desde abajo y, con el tiempo, he ido ascendiendo a delegada o a jefe de equipo. He vendido libros, colchones, aspiradores, vajillas… lo que fuera.
R.- Se habla de la dureza de vender a puerta fría. ¿A usted le gustaba ese tipo de venta?
R.- Antes no me gustaba, pero ahora sí y es una profesión que encaja conmigo, porque soy una persona que creo en lo que hago, doy confianza a la gente y explico siempre los beneficios de lo que estoy vendiendo. Nunca hay que engañar al cliente.
P.- ¿Y cómo acabó dedicándose al telemarketing?
R.- Me ofrecieron ser la delegada de una empresa que ofrecía cursos de formación bonificada y entonces descubrí lo eficaz que podía ser una campaña de telemarketing. Además, tuve la suerte de entrar en contacto con personas muy competentes y comprobé lo que se podía conseguir con la venta por teléfono. Como consecuencia, acabé poniendo en marcha Vocem, un call center desde el que vendemos todo tipo de productos para ayudar a los empresarios, con muy buenos resultados. Las empresas se sorprenden de la eficacia del telemarketing.
P.-¿Y qué incluye ese ‘todo tipo de productos’?
R.- Pues desde anchoas hasta contratación de anuncios, recobros, atención al cliente, concertación de citas para empresas, etc.
P.- La aparición de Vocem coincide con la crisis de algunas grandes plataformas de telemarketing, que crearon mucho empleo pero luego se vieron abocadas a recortar personal e incluso a cerrar. ¿Lo suyo no es nadar a contracorriente?
R.- No, lo que ocurre es que ese tipo de plataformas atienden, fundamentalmente, a grandes clientes. Nosotros abarcamos a un público más amplio y damos servicio a todo tipo de empresas a un precio que pueden permitirse. Una campaña de telemarketing resulta mucho más barata y efectiva que anunciarse en un periódico e implica otras acciones de promoción complementarias para apoyar la venta del producto.
P.- ¿Cómo se enfrentan a quienes reciben de mala gana la llamada y rechazan que quieran venderles algo?
R.- Ponemos mucho cuidado en los guiones, porque de un buen guión depende que captes o no la atención de tu interlocutor. A veces, como todos, también nos confundimos pero tenemos unas coordinadoras maravillosas que escuchan las conversaciones para detectar en el momento posibles problemas o para dar giros en la conversación que ayudan a las teleoperadoras a cerrar ventas.
P.- ¿Los cántabros somos más difíciles de convencer que los de otras regiones?
R.- Nosotros, que vendemos en toda España, tenemos comprobado que Cantabria presenta una dificultad añadida. Es una plaza complicada porque las personas son más secas y reservadas pero, aún así, estamos demostrando a las empresas las ventajas que pueden obtener del telemarketing; desde ahorrarse una secretaria hasta aumentar su facturación.
P.- Imagino que habrá tenido que formarse mucho para dominar las técnicas…
R.- La experiencia que da más de veinte años dedicada a las ventas ha sido mi mejor formación. Y, hoy en día, también me dedico a asesorar a empresas y a impartir cursos sobre cómo reflotarlas.
P.- ¿Una mujer tan emprendedora como usted nace o se hace?
R.- Se nace así, aunque soy la única de mi familia con vena emprendedora. Siempre estoy pensando en proyectos nuevos. Por la noche mi mente no deja de dar vuelta a nuevas ideas y, aunque pase mucho tiempo en la oficina, sigo necesitando salir a vender.
P.- De esas ideas supongo que ha surgido el Club Vocem, un escaparate de productos y servicios muy diversos con descuentos especiales que acaba de poner en marcha. ¿Qué justifica esta nueva aventura?
R.- Teníamos la necesidad de ayudar a las empresas. Queremos demostrarles que gracias al telemarketing pueden llegar a muchos hogares en muy poco tiempo y a un precio muy económico. Nuestra finalidad siempre ha sido ayudar a las empresas más que ganar dinero y, si se pueden conseguir las dos cosas a la vez, mucho mejor.
P.- ¿En qué se diferencia su Club de las páginas web de compra colectiva que tan de moda están?
R.- Aunque tengan el mismo estilo, nosotros no cobramos comisiones ni obligamos al cliente a fijar un precio, aunque, lógicamente, cuanto más económico sea más fácil será comercializarlo. Lo principal del Club Vocem es que apoyamos a la empresa mediante la venta telefónica y contamos con publicistas expertos en marketing que hacen un seguimiento por internet para averiguar el perfil de cliente que se interesa por sus productos o servicios.
P.- ¿Ya ha comprobado si resulta interesante para las empresas locales?
R.- De momento, hemos logrado lo más importante, que es tener cerca de 8.000 socios en solo un mes. Y una vez que tenemos los socios, estamos incorporando cada día a más empresas que quieren ofrecer sus productos.
P.- Después de pasarse el día trabajando, ¿qué es lo que más le gusta hacer?
R.- Estar con mis hijos, Iker y Noa, que son todavía pequeños, y hacer deporte. Me encanta el pádel y aprovecho para jugar siempre que puedo.