Más tráfico portuario de vehículos que nunca
El buen comportamiento de las exportaciones de automóviles, a los que muchas fábricas españolas dan salida a través del Puerto de Santander, ha sido decisivo para que Raos consiguiera un nuevo record de coches. Con 490.063 vehículos movidos, de los que 323.827 son exportaciones (un 10,7% más que en 2015), el pasado año ha sido el mejor ejercicio de la historia en este tipo de tráfico.
A pesar de que las importaciones han crecido bastante menos, la cifra total de vehículos movidos aumentó un 7,3%. Unos buenos datos a los que no es ajeno el hecho de que el Puerto de Santander haya conseguido el primer puesto en la clasificación de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC), algo que resulta muy relevante para una clientela tan exigente como son las marcas de automóviles.
El Puerto ha captado ya más de una quincena de fabricantes. Renault, desde sus plantas de montaje de Valladolid y Palencia, es la que aporta el mayor volumen de vehículos a las campas de Raos, seguida de Volkswagen, Ford, Nissan, BMW/Mini, Volvo, Honda, Audi, Seat, Mercedes, Toyota, Opel, e Iveco, pero no son las únicas.
La progresiva especialización de Santander en estos tráficos ha atraído también a las más importantes navieras dedicadas al transporte marítimo de automóviles, entre ellas Euro Marine Logistics, Finnlines, Flota Suardiaz, Höegh Autoliners, United European Car Carriers, Wallenius&Wilhemsen o VW Konzernlogistik.
Un silo vertical
En los últimos meses, el Puerto ha ampliado la iluminación de la terminal de automóviles y está trabajando, junto al Ministerio de Fomento y al Gobierno de Cantabria, en la mejora del servicio ferroviario y en su conexión con las fábricas de ensamblaje de vehículos para poder ser aún más competitivo.
Pero el gran desafío futuro de la Autoridad Portuaria es la ampliación de las capacidades tanto de transporte como de acogida de coches en el reciento portuario. Dentro del plan de mejora de la terminal, la APS está planificando nuevas instalaciones que permitan absorber el continuo crecimiento de este tráfico. En concreto, se avanza en el proyecto de un silo de almacenamiento vertical, un gran edificio que permitiría almacenar entre 6.000 y 8.000 coches más.
El recurso a estos silos en altura es una fórmula que se viene aplicando desde hace tiempo en otros puertos españoles para solventar la falta de espacio que empieza a aquejarles. Las operaciones para la recepción, el tránsito y almacenamiento de vehículos nuevos, así como las instalaciones asociadas, como los centros de preentrega y personalización de automóviles (PDI), consumen muchos metros cuadrados en las zonas de servicio de los puertos.
Pero esta fórmula, aunque presente algunas ventajas añadidas, como resguardar a los vehículos de unas malas condiciones meteorológicas, presenta también inconvenientes. De hecho, a los fabricantes de coches no les entusiasma el almacenamiento en altura, porque hace más complejas las maniobras de carga y descarga y eso repercute en el índice de daños a los vehículos, un riesgo que desciende en las campas abiertas, como las que posee el Puerto de Santander, que han sido históricamente una de las mejores bazas de Raos para la captación de nuevos tráficos de automóviles. Sin embargo, la superficie con la que cuenta no es suficiente para el crecimiento que la Autoridad Portuaria está empeñada en conseguir y de ahí que la construcción de un silo resulte imprescindible para mantener el negocio del automóvil en el centro de su estrategia de desarrollo.