Nada es como parece
UNA COPA AMERICA DEVALUADA.– La Copa América por fin se va a celebrar en 2010, pero no será el desafiante el barco español ni tampoco habrá otras doce tripulaciones en la disputa. Los tribunales de Nueva York, que son los que acaban decidiendo en cada edición las condiciones de la regata a consecuencia de los numerosos pleitos, han resuelto que sólo sean dos barcos: el campeón, ‘Alinghi’, por supuesto, y el desafiante, que debiera haber sido el primer rival en inscribirse, el barco español, pero que por mor de la justicia estadounidense va a ser el norteamericano BMW Oracle. Y nadie más. La decisión es muy decepcionante para el Gobierno valenciano, que después de la inversión realizada padeció primero el retraso de la regata y ahora pierde la posibilidad de reunir la flota más numerosa de la historia, lo que supondrá un menor seguimiento de las televisiones internacionales y, por supuesto, muchos menos turistas.
AFLORAR EL PIB SUMERGIDO.– La Unión Europea ha exigido a España que incluya en el cálculo del PIB nacional el volumen de negocio generado por la prostitución y otros campos de la economía sumergida, a efectos de homogeneizar el cómputo con el de otros países que así lo hacen. La cuestión no deja de resultar paradójica, dado que es una actividad que para el Estado no existe como tal y de la que no consigue impuestos, pero que se ve obligado a dar carta de naturaleza económica por la vía de los hechos. Y la cuestión no es baladí, porque la propia UE estima que en ese sótano de la economía se mueven alrededor de dos billones de las antiguas pesetas.
SE ACABARON LAS CONTEMPLACIONES.– Ha bastado que el G-20 hiciera pública una lista negra de países que no colaboran en la transparencia bancaria para avanzar en 24 horas más de lo que se había conseguido en décadas. Países como Uruguay han cambiado de inmediato la normativa bancaria para ser borrados inmediatamente de la lista y Suiza y Holanda ya se han comprometido a colaborar. Otros muchos paraísos fiscales se lo están pensando, hasta el punto que la lista negra empieza a quedarse en gris. A lo que se ve, los países, como las personas, no soportan que les saquen los colores en público.
LOS ALTOS CARGOS, A DESNUDARSE.– La vicepresidenta Salgado, que ya se empeñó en acabar con el tabaco en los lugares públicos, que trató de arremeter contra el alcohol y que se cargó las hamburguesas gigantes, ha dejado una herencia incómoda a su sucesor en Administraciones Públicas, la obligación de que todos los cargos políticos, asesores y altos funcionarios declaren hasta el detalle todas sus propiedades y las de sus familiares más directos: ingresos, viviendas, coches, aeronaves, embarcaciones, fincas, acciones, concesiones, joyas, objetos de arte, antigüedades e, incluso, abrigos de visón en un extenso formulario del que nada se escapa. Todo ello deberá ser publicado en el BOE antes del 31 de octubre, aunque en el Boletín se evitarán algunas concreciones de datos que sí deberán constar en las declaraciones.
NO HAY CREDITO PARA LA VPO.– El Gobierno confió en que la VPO reemplazaría en alguna medida la caída espectacular del mercado de vivienda libre y decidió poner mucha carne en el asador, con más dinero que nunca para financiar estas promociones, pero el resultado es desolador. Bien por falta de demanda o porque bancos y cajas ahora ya no consideran mucho negocio comercializar unos créditos al euribor más 0,65 puntos, el resultado por el momento es paupérrimo. Tanto que hay quien cree que en el fondo de semejante descalabro de la VPO subyace una posición de fuerza del sector financiero para conseguir un diferencial más alto.
ADIOS A LOS TELEFONOS GRATIS.– Se acabó el regalo de teléfonos móviles. España se había convertido en el paraíso de los fabricantes de celulares, con 22 millones de terminales vendidos en 2008 (el 90% de ellos entregados gratis por los operadores) pero esto se va a acabar. Las tres compañías principales de telefonía móvil se han visto obligadas a responder al ataque en precios de las operadoras virtuales de bajo coste y han empezado a ofrecer precios por llamada mucho más bajos, pero eso sí, el cliente tendrá que renunciar a un teléfono subvencionado.