Nada es como parece
MAS SALONES QUE VENTAS.– Hay crisis inmobiliaria pero no todo el mundo está dispuesto a resignarse a ello. En Madrid, por ejemplo, ya son cinco los eventos feriales que se celebran referidos a este sector, después de que el rastrillo de Roan que se celebraba en Barcelona haya sido trasladado a IFEMA. Como cabía presumir, el primer resultado de todo ello es una guerra de precios de stands para poder atraer expositores. No es fácil imaginar lo que habrá que hacer para conseguir atraer también a los compradores.
POR PROMETER DEMASIADO.– La racionalidad económica no ha llegado al fútbol. Incluso el Barcelona, que presume de ello, se ha encontrado con una curiosa paradoja: La consecución del triplete famoso (Liga, Copa y Champions) le ha reportado al equipo 21 millones de euros en patrocinios y derechos sobre retransmisiones televisivas, lo que aparentemente es un buen negocio. El problema es que tanto éxito no debía estar entre sus previsiones, porque las cantidades que había prometido a los futbolistas en primas por cada uno de los títulos suman nada menos que 38 millones. Probablemente nunca pensó que ocurriera algo semejante, pero ocurrió. En cualquier caso, el club espera rentabilizar esta temporada esos éxitos.
LO QUE HABRA QUE VER.– Los directores de entidades financieras están alertando a sus staff sobre los casos que pueden encontrarse a partir de ahora. La crisis ha obligado a algunos clientes –incluidas empresas– a echar mano de la picaresca y empiezan a verse casos inéditos. Uno de ellos es la huida del fundador de Losan Hoteles contra el que varias cajas de ahorros que participan en el capital se han querellado acusándole de haberse llevado algo más de tres millones de euros por un procedimiento tan poco disimulado como echar la mano al cajón.
LAS ADMINISTRACIONES TAMBIEN RECURREN A LA PICARESCA.– Algunas comunidades autónomas españolas y el Gobierno están librando una batalla sorda a propósito de las ayudas de la Ley de Dependencia. Las comunidades, por lo general las más remolonas en la gestión, no quieren dar datos de las prestaciones que tienen ya reconocidas, para no quedar en evidencia, y recurren a todo tipo de argucias para reclamar más dinero del que realmente están entregando, a veces, no declarando los fallecimientos que se van produciendo. Saben que antes o después tendrán que devolvérselo al Gobierno estatal, pero mientras tanto, consiguen liquidez.
CAMBIO DE PAPELES.– El Ministerio de Cultura dice que en los seis primeros meses del año la asistencia a los cines ha bajado en 800.000 espectadores. Por su parte, la Federación de Cines sostiene que se han vendido 3,6 millones de entradas más. La radical discrepancia en algo que está perfectamente controlado resulta doblemente extraña, dado que por lo general es el Ministerio el más interesado en demostrar que el cine mejora, sobre todo el español, y los exhibidores en quejarse de lo mal que va el negocio.
ALTA VELOCIDAD PERO BAJA DEMANDA.– Las compañías de telefonía que empezaron a comercializar en España los accesos domiciliarios de fibra óptica –hasta 30 megas de velocidad– han pinchado. El nuevo servicio ni siquiera está consiguiendo el 1% de los contratos que se realizan. O no existía tal demanda social o casi nadie está dispuesto a pagar el precio (unos 100 euros al mes). Y puede que ocurran ambas cosas a la vez.
LA CRISIS, EL UNICO FRENO.– Las
múltiples reformas de la Ley de Extranjería han dado unos magros resultados, porque no han dejado de llegar inmigrantes irregulares a España. Pero lo que no ha conseguido la ley lo está consiguiendo la crisis. Desde comienzos de año la entrada de irregulares por la costa se ha reducido a la mitad. En realidad, la mayoría suelen llegar en avión, pero se estima que por esa vía también se han reducido notablemente. Es decir, que el único mensaje que de verdad funciona es el de las expectativas. Como España ha dejado de ser un país fácil para vivir, los potenciales inmigrantes se quedan en casa o buscan otros destinos.