Nada es como parece

ESFUERZO FISCAL.- Los españoles dedican 135 días de su actividad anual a pagar impuestos, un esfuerzo muy notable, aunque cabe el consuelo de que los alemanes emplean 190 y los belgas, 208. Por detrás de los españoles se encuentran los ingleses y los norteamericanos, con 113 días cada uno. Eso quiere decir que todo lo que ha trabajado el contribuyente medio de nuestro país desde enero hasta ahora mismo se lo ha de dedicar al Estado, a las autonomías o a los ayuntamientos, para poder liberar el producto de lo que obtenga desde ahora hasta diciembre. El problema es que, gobierne quien gobierne y prometa lo que prometa, cada año son más los días que se dedican al Fisco, según la OCDE, que no es sospechosa en este terreno.

INVERSORES PIERDEN, GESTORAS GANAN.- El pasado año, el patrimonio de los fondos de inversión españoles se redujo en más de cuatro billones de pesetas, con una caída generalizada del valor de las inversiones. Sin embargo, los beneficios de las entidades gestoras aumentaron un 0,5% hasta alcanzar los 110.550 millones de pesetas. La disparidad es curiosa pero explicable ya que en España es muy infrecuente que las comisiones estén ligadas a la rentabilidad que los fondos generan para el inversor. Una realidad que, a la vista de estos resultados, convendría plantearse.

¿MIEDO?- La conocida sentencia de que el dinero siempre es miedoso cada vez resulta menos creíble, quizá porque en el mercado hay un volumen muy alto de ahorro que no encuentra productos suficientemente atractivos. La demostración más clara está en las últimas ofertas públicas de venta de acciones. De las quince lanzadas en los últimos diez meses, doce están en pérdidas (algunas de hasta el 59%) y a pesar de ello, los inversores no se desaniman y ahí está para comprobarlo la sobredemanda que han tenido las acciones de Zara (Inditex) donde los particulares sólo podrán recibir el 7% de lo solicitado.

INTERNET NO ES LA PANACEA.- El fabricante de ordenadores Apple ha decidido abrir su propia cadena de tiendas para vender mejor sus aparatos. Hasta ahora, Apple comercializaba a través de terceros o, directamente, en Internet, pero ha llegado a la conclusión de que captar a nuevos clientes no es fácil si antes no manosean el producto y se acostumbran a él. Como se ve, las cosas no cambian tan deprisa como nos aseguraban.

COMISIONES INTERNACIONALES.- La implantación el euro se ha justificado, principalmente, por el enorme ahorro de costos que podía producirse en las cada vez más habituales operaciones económicas internacionales. Al no haber conversión de moneda, se evitarían muchos gastos. Tal perspectiva, obviamente, no era muy buena para los bancos, y ya han reaccionado. La Federación Bancaria Europea, una especie de superpatronal del sector, ha lanzado una iniciativa para que los bancos acuerden las comisiones que se impondrán en las operaciones de clientes particulares entre estados miembros, una tarifa de tres euros a la que se añadiría una comisión adicional para cubrir los gastos individuales que, al final, podría situar el coste mínimo de la operación en doce euros (unas 2.000 pesetas). El comisario europeo ya ha puesto el grito en el cielo, pero también estaba escandalizado de que una pequeña operación en divisas tenga en estos momentos una comisión media del 17% y nadie ha sido capaz de reducirla.

REBAJAR EL TELEFONO.- La Administración pública de vez en cuando da una muestra de lucidez. En esta ocasión ha sido el ministro Montoro que ha aprobado un plan para negociar con las empresas telefónicas una rebaja en el precio de las comunicaciones. Es insólito que al día de hoy, el Estado, con un gasto telefónico de 120.000 millones de pesetas al año, pague las llamadas al mismo precio que un particular, como era insólito que el Insalud pagase los medicamentos al mismo precio que quien va a comprar una caja de aspirinas. Cualquier gestor sabe perfectamente que un cliente de tan astronómicas dimensiones puede conseguir muy sensibles rebajas de sus proveedores. Ya es hora de que empiece a aprovecharlas.
FAVORES CAROS.- Telefónica creó una filial de medios de comunicación durante la época de Villalonga no se sabe bien si como inversión estratégica o para garantizar el apoyo de estos medios al Gobierno, o ambas cosas a la vez, pero lo cierto es que económicamente esta división se ha convertido en un problema. La filial, que controla Antena 3, Vía Digital, Endemol, Onda Cero, Lola Films, varias radios y televisiones argentinas y el 5% del grupo británico Pearson tuvo unas pérdidas el pasado año de 104.388 millones de pesetas, una cuantía cada vez más difícil de soportar, por muchos favores que le deban los gestores de la compañía al Ejecutivo.

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