Nada es como parece
LOGICA PERVERSA.– Hace años que todas las cadenas españolas de televisión, salvo la 2 rebasan los límites legales de saturación publicitaria sin que nadie haga nada al respecto, pero como todas las situaciones son susceptibles de empeorar, en el 2002 el tiempo de emisión publicitaria aumentó nada menos que un 18,1%. Pero en el pecado está la penitencia. A pesar de agobiar al espectador hasta límites intolerables, la facturación de las cadenas disminuyó, lo que demuestra que han entrado en un círculo disparatado. Cada vez emiten más spots; como su eficacia es menor, los anunciantes pagan menos, y como pagan menos, las televisiones reaccionan haciendo bloques aún más largos, que a su vez reducen la eficacia y así hasta que alguien consiga imponer el sentido común. ¿Quién y cuándo?
POLITICA COMERCIAL CONTRADICTORIA.– El embajador norteamericano en España ha presentado una queja formal por la activa participación de ministerios españoles en misiones comerciales a Irak en los últimos meses y por los acuerdos firmados por Repsol con el régimen de Sadam Hussein. Si bien es cierto que resultaba chocante la postura del Gobierno español al impulsar los ataques contra Irak y, al mismo tiempo, financiar visitas de empresarios españoles a aquel país, hasta ahora parecía que, de alguna manera, se trataba de una estrategia calculada para estar bien posicionados en la posguerra y aceptada por la Administración Bush. Ahora sabemos que se trataba, simplemente, de una falta de coordinación insólita entre los mensajes del presidente y las políticas de algunos de sus ministerios.
LA EUROPA DEL ESTE DA SORPRESAS.– Hay relaciones históricas que tienen más de mito que de realidad. La ampliación de la UE parecía hace sólo dos meses un empeño particular de Alemania, que de esta forma lograba integrar en la Unión un paquete de países dispuesto a secundar a su país por proximidad geográfica y étnica. Pero lo cierto es que a las primeras de cambio, se ha visto que a los futuros socios les apasionan mucho más las cocacolas que las salchichas frankfurt, y están más alimentados por la cultura cinematográfica norteamericana que por la severidad germánica de sus orígenes. Así que pocos han secundado la postura antibelicista de Schroeder sobre la guerra de Irak y la mayoría ha apoyado a Bush (Polonia incluso ha mandado tropas). Y es que para ellos, Europa puede que sea sólo un medio de salir de la pobreza y no un fin.
FERIA O FIESTA.- La Feria de la Anchoa de Santoña no acaba de cuajar entre los empresarios y alguien debiera poner un poco de visión de futuro en un evento que no pasa de ser un festejo gastronómico popular y que podría convertirse en un auténtico certamen del sector, probablemente el único donde Cantabria tiene capacidad de arrastre para forzar la llegada de otros fabricantes nacionales, de aceiteros, fabricantes de envases y cartoncillo, etc. Pero eso es muy difícil de conseguir sin abandonar previamente los localismos y las desconfianzas entre los grandes fabricantes y los pequeños. Algo que sólo puede conseguirse, hoy por hoy, desde la autoridad moral de la Consejería de Pesca (aún reconociendo que Gancedo ya lo intentó) y con una rotación de las sedes entre Santoña y Laredo.
FAMILIAS MAL AVENIDAS.- Las relaciones de familia nunca son fáciles. Quizá por eso, no deba sorprender que en el Instituto de la Empresa Familiar también hayan acabado tirándose los trastos a la cabeza. El elitista Instituto, que aglutina dieciséis asociaciones regionales ha roto los lazos con la sección madrileña, que se negó a firmar el protocolo que rige las relaciones internas. En el trasfondo aparece un eterno malestar por el hecho de que hayan sido siempre las familias catalanas las que directa o indirectamente hayan controlado el Instituto. Con un poco de suerte, el nombramiento de Alfonso Solans como presidente puede llegar a recomponer las cosas, dado que tiene la virtud de ser de Zaragoza, a mitad de camino entre Madrid y Barcelona.
LA GUERRA POR EL DINERO.– La reconstrucción de Iraq va a plantear a los gobiernos occidentales tantos quebraderos de cabeza como la destrucción. Las empresas británicas se han sentido muy molestas cuando han visto a Bush repartir contratos entre las compañías que financiaron su campaña electoral antes aún de haber tomado las ciudades iraquíes. Las francesas y alemanas presionan a sus gobiernos para que restablezcan la cordialidad con los norteamericanos y poder así entrar en el reparto y ahora son las españolas las que piden la parte alícuota. Si a esto se suman las cuantiosas ayudas que ha entregado el Gobierno estadounidense a los países que rodean Irak para ganarse su apoyo tácito puede concluirse que una guerra mueve mucho dinero, y nadie quiere quedar fuera del negocio. Muy distinto será cuando haya que decidir quiénes van a pagar, porque esta vez no fue la ONU la que decidió la contienda y difícilmente se le puede pasar la factura, como en el 91.