Nada es como parece
LOCOS POR CAMBIAR DE MOVIL.– Los españoles somos los europeos que más cambiamos de móvil. Nos duran, como promedio, 23,2 meses. Es el resultado de un hábito introducido por las propias operadoras telefónicas que han utilizado el regalo de aparatos como estrategia de marketing para captar o para fidelizar clientes. Modificar estas costumbres ha resultado mucho más difícil de lo previsto y a la vista de ello, las compañías han optado definitivamente por subsumir en las tarifas este gasto que consideran ya inevitable. Al final, el consumidor lo paga igual, pero se queda más conforme al no ser del todo consciente.
LAS ANTENAS SIN LICENCIA, TAMBIEN PAGAN.– Los ayuntamientos van a tener que dejar de cobrar a las empresas de telefonía por las antenas que no tienen licencia de funcionamiento. Lo insólito del caso es que se tribute por algo que, en teoría, no existe, pero esa es una paradoja más de la vida municipal española. Los operadores telefónicos declaran todas sus antenas –legales e ilegales– al Ministerio de Industria, que transfiere las tasas a cada municipio en función de las que tiene implantadas. Las empresas son perfectamente conscientes de que, en realidad, no tendrían que contribuir por algo que no está legalizado, pero prefieren pagar, ante el temor de que los ayuntamientos tomen represalias y definitivamente les nieguen las licencias. Cuando el solicitante se mueve por estos criterios es porque la concesión tiene unos componentes de discrecionalidad incompatibles con un sistema de garantías jurídicas. Una prueba más de que los ayuntamientos siguen al margen de muchos criterios de normalidad democrática.
LOS SPOTS SIGUEN CRECIENDO.– Los anuncios en televisión, como la producción de leche, están tasados. Hay un máximo de spots por hora y como las horas de emisión hace tiempo que son todas las del día, no es fácil entender cómo es posible que cada año se emitan más que el anterior. En el caso de Telecinco el nivel está ya en 266.628 anuncios por ejercicio, un hito que el próximo año, sin ninguna duda, volverá a superarse, lo que indica la vulnerabilidad de algunas leyes.
¿MENOS FELICIDAD?.– Los británicos son más ricos que nunca, pero más infelices que nunca. Al menos eso es lo que se deduce de la última encuesta al respecto, que deja claro que los niveles de felicidad están declinando a medida que pasan las décadas. En Estados Unidos los indicadores también muestran una tendencia decreciente en el último cuarto de siglo. Se ha repetido mucho que el dinero no da la felicidad, pero lo que no parecía previsible es que la quitase.
EL PRECIO DE UNA RETIRADA DE CARGOS.– En aquellos ámbitos donde aparentemente hay más control, la realidad demuestra que hay más descontrol. El caso de la empresa aeronáutica norteamericana Boeing vuelve a demostrarlo. La empresa sobornó a funcionarios del Departamento de Defensa para que adquiriesen sus lanzaderas de cohetes y adquirió ilegalmente documentos secretos de su rival Lockeed Martin para conseguir otros contratos. Incluso en estos casos que afectan a la seguridad nacional, todo se puede arreglar con dinero, sobre todo si es mucho. Boeing pagará 615 millones de dólares a cambio de que el Gobierno estadounidense retire todos los cargos criminales por estas operaciones.
INTERMEDIARIOS DE LAS CRISIS.– Hay casualidades sospechosas, como el hecho de que la única gran asociación de consumidores y usuarios que se va a querellar contra el Gobierno para exigir que se haga cargo de las pérdidas de los clientes de Forum y Afinsa sea, precisamente, la única que no ha recibido una subvención pública para asesorar a los afectados. También resulta llamativo que un grupo de asesores de estas empresas filatélicas que ahora han quedado sin trabajo haya creado un grupo de presión con el mismo fin de que el Estado se haga cargo de la deuda que ellos mismos contribuyeron a crear –aunque no fueran conscientes de ello–, y se estén ofreciendo a representar a los afectados a cambio de un porcentaje de lo que consigan. Como se ve, de todo se puede hacer negocio.