Nada es como parece
EL AIRE APORTA MÁS ENERGIA YA QUE EL AGUA.– El pasado octubre, la capacidad de generación eléctrica instalada en molinos eólicos superaba en España, por primera vez, a la de los pantanos. El acontecimiento ha pasado desapercibido, pero no deja de ser muy relevante, si se tiene en cuenta el extraordinario esfuerzo inversor que realizó el país durante siete décadas en el aprovechamiento hidroeléctrico de los ríos y el hecho de que una energía alternativa en la que casi nadie creía hace quince años, la eólica, haya tenido una evolución semejante.
GLORIA EFIMERA EN INTERNET.– Navigator, el primer programa de uso masivo para navegar por Internet, está a punto de morir. Como ha ocurrido con tantas otras estrellas fugaces de las nuevas tecnologías, en solo diez años ha tocado el cielo y el suelo. El navegador de Netscape tuvo prácticamente el monopolio hasta que Microsoft comenzó a incluir su navegador Explorer gratuitamente en sus sistemas operativos Windows. En plena decadencia, Netscape fue adquirida por AOL con intención de devolverle sus glorias, pero ha sido en vano y ya ha renunciado a hacerle nuevas actualizaciones. Como Lycos, Terra y tantos otros, son pasado.
LA TEORÍA ECONÓMICA, AL ALCANCE DE TODOS.– La macroeconomía no necesita premios Nobel para manejarla, como lo han demostrado en estas semanas americanos y españoles. Es tan obvia que, cuando hay riesgo de recesión, por haber bajado el consumo, basta echar mano de lo recaudado por Hacienda (el Tesoro en EE UU) y dar un talón a cada vecino para que se lo gaste lo más rápidamente posible. Lo ha hecho Bush y a Zapatero, semejante muestra de alta política económica le ha debido parecer de una clarividencia sublime y ha prometido lo mismo –no se sabe si para impulsar la economía o sus votos–. Si de verdad funciona, quienes se dedican a hacer manuales de teoría económica debieran empezar a pensar en otra cosa.
PIRATAS, 1; ANTIPIRATAS, 0.– Desaparece el sistema anticopia que introdujeron algunos discos, un software que impedía a su propietario cualquier otra tarea que no fuese la reproducción. Sony, la última de las grandes discográficas que aún lo mantenía, ha renunciado a ello después de comprobar su inutilidad para frenar la hemorragia de ventas de discos y las dificultades para impedir las copias ilegales a través del intercambio de archivos informáticos.
PROMETER LO QUE YA EXISTE.– Dentro del barullo que se forma durante el periodo electoral vale todo, porque se supone, puede que con razón, que los electores son incapaces de recordar nada. Quizá por eso, el PP acaba de prometer que si gana establecerá un sistema administrativo unificado que permitirá crear una empresa en 48 horas. No recuerda que en 2003, estando en el Gobierno, ya promovió la Ley de Sociedad Limitada Nueva Empresa, con el mismo fin. La Ley está vigente y en ella se establece el Documento Único Electrónico, que debe servir para todas las administraciones.
EJERCER LAS COMPETENCIAS.– Por primera vez, una autonomía, Cataluña, se ha tomado en serio su papel de inspectora de consumo en el sector de las compañías de unificación de créditos y ha realizado un exhaustivo estudio de estas empresas que, por ser meros intermediarios entre el cliente y la entidad bancaria que otorga los préstamos, no están controladas por el Banco de España, como ocurre con el sistema financiero. Lo significativo no es que en la mayoría de ellas se hayan detectado irregularidades, por el uso de publicidad engañosa o cláusulas abusivas, sino que nadie se hubiese interesado hasta ahora por su funcionamiento.
LOS HOTELES VOLVERÁN A BAJAR LAS TARIFAS.– Los sectores españoles sometidos a la competencia internacional son los menos inflacionistas. Es el caso de los hoteles que este año han convenido en volver a bajar los precios reales (hacer subidas que no superen el IPC), especialmente en las costas, para poder capear la amenaza de un previsible retroceso del turismo británico y de algunos otros países afectados por las turbulencias financieras. El problema es que en 2007 la patronal del sector ya pidió a sus asociados una política parecida y los establecimientos se encuentran ahora con unos márgenes de rentabilidad demasiado estrechos.