Nuevos centros de salud para Cabezón de la Sal y Noja

A pesar de los recortes presupuestarios y del retraso en la licitación de las obras para que su conclusión coincidiese con las vísperas electorales, la pasada legislatura ha dejado varias infraestructuras sanitarias notables. Cabezón de la Sal y Noja, como meses antes Bezana, dispondrán de nuevos centros de salud. Dos proyectos que ha sido posible abordar por tener resuelta –aunque con bastante polémica en el caso de Cabezón– la cesión del suelo sobre el que se han levantado los edificios.
Pero como el mapa de los equipamientos sanitarios nunca puede darse por cerrado, habida cuenta de la necesidad de renovar los centros de salud más veteranos o de solventar carencias, en la lista de ayuntamientos que esperan una respuesta de la Consejería de Sanidad se encuentran ya Santoña, Luena, Alfoz de Lloredo o Bareyo.

Una ubicación polémica

El nuevo centro de salud de Cabezón de la Sal se levanta en el lugar que ocupaban las piscinas municipales de Domañanes. Se trata de una parcela de 5.300 metros cuadrados cedida por la Corporación al Servicio Cántabro de Salud, que linda con las vías del tren y la carretera comarcal de Reinosa a Cabezón de la Sal. Éste no era el emplazamiento inicialmente previsto, ya que el anterior equipo de gobierno municipal, (formado, como en la actual etapa, por PSOE, PRC e IU), pretendía situarlo en la finca de El Concejero, y había llegado a un acuerdo para su cesión con la propietaria de la parcela, la empresa Lamadrid Rodríguez. Como contrapartida, la empresa exigía que el nuevo Plan General de Urbanismo estuviese aprobado antes de que finalizase 2011. De no ser así, el Ayuntamiento debería pagarle el valor del terreno, estimado en un millón de euros.
El plazo no se cumplió, puesto que la Comisión Regional de Urbanismo no aprobó el Plan de Cabezón hasta diciembre de 2013, pero el nuevo equipo de gobierno municipal había logrado que la empresa aceptase demorar la ejecución del convenio dos años más, de manera que, aunque al límite, se logró evitar el pago.
En cualquier caso, ese no iba a ser ya el lugar en el que se levantaría el nuevo centro de salud. La entonces alcaldesa, la popular Esther Merino, decidió ofrecer un emplazamiento distinto, el ocupado por las antiguas piscinas, apoyándose en el hecho de que esa parcela estaba más cerca del casco urbano. Esta ubicación fue muy cuestionada por los grupos municipales de la oposición por entender que su encajonamiento entre las vías de FEVE, el río Pelayo, la urbanización de El Concejero y la carretera Cabezón de la Sal-Cabuérniga limitaría las posibilidades de una futura ampliación si se quisieran incorporar nuevas prestaciones sanitarias. Además, planteaba, en su opinión, problemas de acceso, de aparcamiento y de seguridad vial.

Cobertura a 15.000 usuarios

Con la ubicación del futuro centro decidida, la empresa pública Gesvican licitó la obra en diciembre de 2013, aunque errores en el cálculo del presupuesto le llevaron a anular esa primera licitación. Una vez subsanados, y licitada de nuevo la obra, fue adjudicada a la UTE OHL-Ocariz en 2,4 millones de euros y los primeros trabajos para poner en pie el edificio se iniciaron en abril del año pasado.
El nuevo centro, diseñado por el arquitecto José Luis Arroyo, tiene una superficie construida de 2.875 m2, repartidos en dos plantas, y se estructura en tres volúmenes alargados en dirección Este-Oeste. Dispone de zonas de consultas, odontología, rehabilitación, atención a la mujer, salud pública, administración, extracciones y servicio de urgencias. El proyecto incluye 36 plazas de aparcamiento en superficie.
Con el nuevo centro de salud, que dará cobertura a los 15.000 vecinos de la comarca, Cabezón de la Sal pone fin a un proceso de modernización de sus instalaciones sanitarias que comenzó hace ocho años.

Una demanda histórica

Más tiempo han tenido que esperar los vecinos de Noja, cuyo ayuntamiento planteó por primera vez la necesidad de un nuevo centro de salud en 2003. Una necesidad que se hacía especialmente evidente en verano, cuando la villa, que cuenta con unas 2.500 personas empadronadas, alcanza los 58.000 habitantes.
El nuevo centro se levanta en una parcela de 2.681 metros cuadrados, situada a escasa distancia del actual consultorio, en el polígono de Valle. El edificio ha costado 600.000 euros y ha sido construido por Teginser (Grupo Perteo), según el proyecto redactado por el estudio de arquitectura MMiT. Consta de una única planta de 600 metros cuadrados, distribuidos en dos módulos, con una zona de consultas, un servicio de urgencia, las habituales dependencias administrativas, un espacio para las extracciones y 13 plazas de aparcamiento. Las instalaciones incluyen un sistema de aporte de energías renovables.
El nuevo centro viene a sustituir al antiguo consultorio, que se había quedado pequeño ante el crecimiento de población experimentado por Noja en los últimos años. Una insuficiencia que se agudizó a partir de 2007, cuando dejaron de prestar servicio los consultorios de Soano y Castillo, aunque este último se reabrió el pasado año.
El centro médico de Noja pertenece a la Zona Básica de Salud de Meruelo, a la que pertenecen los municipios de Bareyo, Meruelo y Arnuero, y que engloba a una población de 7.821 personas. La Zona cuenta con cinco consultorios: Arnuero, Isla, Ajo (Bareyo), Noja y Castillo. El centro de salud de cabecera y las urgencias de Atención Primaria se asientan en Meruelo.

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