SE ABRE LA VEDA ELECTRICA

La plena liberalización del mercado del gas y la electricidad, en vigor desde el pasado uno de enero, ha situado a consumidores domésticos y pymes ante un prometedor escenario. Desaparecido el régimen de monopolio y abierto el suministro de energía a la competencia entre las empresas comercializadoras, el hogar y la pequeña empresa van a convertirse en un reñido campo de batalla cuya clave, más que en una rebaja significativa en la factura del gas o de la luz, va a estar en la capacidad para ofrecer al cliente una amplia gama de servicios.
En un primer momento, en que las diferencias de precios no van a ser significativas, las compañías en competencia van a utilizar otros factores para lograr ser las elegidas por el consumidor: la atención comercial, las formas de pago, el asesoramiento y los servicios complementarios que ofrezcan van a jugar un papel relevante a la hora de animar a un cliente a cambiar de empresa suministradora.
En las campañas publicitarias que pronto empezarán a hacerse notar, las compañías ofrecerán no sólo suministro energético, sino también seguros multihogar, mantenimiento de las instalaciones, financiación para la compra de electrodomésticos, o servicios de telefonía e Internet, entre otros.

Una oferta integral

Aunque todo apunta a que la incorporación de los consumidores a este mercado liberalizado se producirá con cierta lentitud, las empresas ya están engrasando sus estrategias para aumentar su cuota de mercado. Tanto Gas Natural Cantabria como Viesgo van a lanzar, a través de sus filiales comercializadoras, ofertas globales que van mucho más allá de los sectores energéticos con los que tradicionalmente han estado vinculados.
Viesgo lleva unos meses preparando el cambio, pero toda la estrategia de marketing estaba a la espera de que se fijasen las nuevas tarifas máximas, que el Gobierno no ha decidido hasta el 26 de diciembre. La compañía ya ha segregado la división comercial, como exige la ley, una nueva empresa que se denominará Viesgo Energía y que será la que establezca la relación con los clientes finales.
Viesgo Energía tendrá los clientes que consiga mantener de su matriz, hasta ahora monopolista, y los que capte en otros mercados, pero no será productor de electricidad ni propietario de los tendidos. Esos activos quedan en manos de otras empresas que el grupo ha creado anteriormente. Viesgo Generación tiene ya las centrales y saltos de agua; Viesgo Distribución, los tendidos y el personal de lectura de contadores y Viesgo Servicios aportará los departamentos comunes, como los financieros o informáticos.
De esta forma, el cliente que contrata con Viesgo Energía no tiene por qué estar consumiendo los kilovatios que produce Viesgo en sus centrales, lo mismo que si El Corte Inglés se hace comercializador de energía eléctrica no tiene por qué producirla ni ser propietario de redes de transporte, le bastará con comprar la energía en el pool eléctrico y pagar los peajes correspondientes a las compañías propietarias de los tendidos por los que teóricamente viajan esos kilovatios hasta llegar al cliente.

Gas Natural ofrecerá de todo

Gas Natural Servicios tiene más perfilada su oferta que Viesgo. Inicialmente su objetivo será el ámbito doméstico, comunidades de vecinos y pymes, y junto al suministro de gas y electricidad incluirá servicios de mantenimiento, seguros de hogar, conexión a central de alarmas y financiación de instalaciones y equipos.
“Nuestro objetivo –explica el jefe de servicios comerciales de Gas Natural Cantabria, Miguel Martín– es que el consumidor nos vea como el gestor de su vivienda, es decir, que cualquier cosa que necesite en el hogar lo asocie con Gas Natural”.
La compañía comenzó el pasado verano a comercializar los seguros de hogar en otras comunidades autónomas y se dispone a lanzar este nuevo servicio en Cantabria aprovechando la situación creada por la liberalización del mercado energético. “Yo creo que la energía acabará siendo una excusa para poder acceder a la vivienda –señala Miguel Martín–. Donde existe margen comercial –señala– es en los servicios más que en el suministro energético, ya sea eléctrico o de gas”.
En opinión de este experto, el escaso margen de ganancia que dejan las tarifas oficiales obligará a las compañías a desplazar la competencia hacia las ofertas de servicios integrales y hacer hincapié en aspectos como la gratuidad del mantenimiento de las instalaciones o la aplicación de descuentos según el perfil de los consumidores. No se dará, en cualquier caso, una situación similar a lo ocurrido en el mercado de las telecomunicaciones, donde la guerra de tarifas ha sido el principal argumento en la competencia entre las operadoras.
El nuevo mercado de la energía va a exigir también un esfuerzo de adaptación a técnicos e instaladores. Los pequeños talleres con los que las compañías suministradoras suelen subcontratar los servicios de instalación y mantenimiento deberán contar con especialistas que les permitan atender tanto las instalaciones de gas como las eléctricas.

Un mercado de difícil acceso

Para quienes solamente estén interesados en el suministro de gas o de electricidad, las compañías distribuidoras continuarán ofreciendo estas energías al precio de tarifa fijado por el Gobierno. Si el consumidor prefiere probar suerte en el mercado libre, podrá optar entre las ofertas que les presenten las comercializadoras ya existentes o aquellas otras que inevitablemente se van a crear para aprovechar este nuevo mercado, con la garantía de que podrá volver a la tarifa cuando lo desee.
Sin embargo, el funcionamiento del sector, con un elevado coste de la producción de energía y unas tarifas oficiales que suponen un techo para los precios en el mercado libre, no va a facilitar la aparición de nuevas compañías.
A cualquier empresa que no cuente con capacidad para generar electricidad le resultará poco rentable acceder a este mercado. Los altos precios que tendría que pagar por obtener del pool esa energía, unido a los peajes por el uso de la red de transporte, le dejarían sin margen de beneficio.
En el mercado del gas tampoco va a ser fácil introducirse. A la necesidad de importar esta energía –España se autoabastece tan sólo en un 2,8%– se suma la exigencia de compromisos de compra a largo plazo por parte de los países productores. Todo indica que el mercado energético y los nuevos tipos de negocio que se puedan asociar a él, continuarán en manos de las empresas ya relacionadas con este sector, como Unión Fenosa, Iberdrola, Endesa, Hidrocantábrico, BP, Shell, Gas Natural, Repsol o Cepsa. Pero nada se puede dar por seguro y lo que tenga que ocurrir lo veremos a partir de ahora.

Gas Natural suministra ya electricidad a 30 empresas cántabras

El grupo Gas Natural ha decidido apostar fuerte también como suministrador de energía eléctrica. No sólo ha comenzado a comercializarla, sino que cuenta con una central de ciclo combinado en San Roque (Cádiz) y tiene en construcción tres más en Murcia, Cataluña y el País Vasco.
La empresa gasista comenzó a comercializar electricidad a finales del 2000, cuando se liberalizó el mercado para los grandes consumidores y en Cantabria ha conseguido hasta la fecha treinta clientes de energía eléctrica que suman 50 Gwh al año. Entre las industrias a las que abastece de electricidad se encuentran Teka Industrial, Multiprosur, Maderas Peña Lastra y Renfe.
Además de extender su presencia en el sector industrial, Gas Natural Cantabria se prepara ahora para afrontar el reto de suministrar electricidad a la pequeña empresa y al mercado doméstico, donde ya proporciona gas a 90.000 hogares. Para competir con Viesgo o con cualquier otra compañía que pueda extender su oferta a Cantabria, los responsables de Gas Natural confían en su capacidad comercializadora: “Nuestro músculo comercial es muy potente –subraya Miguel Martín– porque nuestro negocio requiere mayor presencia de cara al cliente que la electricidad. Tan solo hay que ver que crecemos en Cantabria a un ritmo de 12.000 clientes cada año y eso nos exige estar día a día en la calle”.
Esta actividad comercial se ve favorecida por el hecho de que el tendido de las redes de gas en Cantabria –que comenzó en 1988– concluyó en fechas muy recientes, con la puesta en servicio del último ramal del Plan de Gasificación, que discurre entre Treto y Laredo. Esta circunstancia ha permitido a la compañía mantener engrasada la maquinaria comercial, lo que puede suponer una importante ventaja competitiva a la hora de hacerse un hueco en el nuevo mercado de la electricidad.

Suscríbete a Cantabria Económica
Ver más

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Botón volver arriba
Escucha ahora   

Bloqueador de anuncios detectado

Por favor, considere ayudarnos desactivando su bloqueador de anuncios