Segundo encuentro de la Cadena de Favores Empresariales
El segundo en cuentro de Cadena de Favores Empresariales reunió a María Jesús Prado, de Gestisa, José Donato García, de Patentes Cantabria y el abogado Héctor Cabieces. Los tres representantes de los profesionales expusieron el trabajo de sus despachos que, en estas circunstancias de crisis se han convertido en uno de los pocos puntos de apoyo de los empresarios. Su relación siempre ha estado basada en la confianza y ahora más que nunca. Los despachos detectan antes que nadie las circunstancias por las que atraviesan las empresas y sus necesidades. Y saben que es tiempo de alianzas.
José Donato García, especializado en la gestión de marcas, patentes y propiedad intelectual, reconoce lo poco proclives que son los empresarios cántabros a registrar estos derechos, bien por desconocimiento o por temor a la burocracia que comporta. Otro malentendido habitual es suponer que esas tramitaciones sólo pueden realizarse desde despachos ubicados en Madrid, lo que penaliza a empresas como la suya, que no solo gestionan este servicio en los registros nacionales sino también en los internacionales.
María Jesús Prado, de Gestisa reconoce que la crisis ha mermado la base de clientes de los despachos de asesoramiento fiscal, por el mero hecho de que muchas empresas han desaparecido, pero ha multiplicado el trabajo con las que sobreviven. En algunos casos, porque su situación no es muy boyante, y se ven obligados a tramitar ante la autoridad laboral expedientes de regulación o suspensión temporal de empleo. En otros, simplemente, porque la reducción de los márgenes de los negocios hace que todo el mundo esté mucho más atento a los costes, a las desgravaciones y a las cargas y beneficios que puedan afectarles, algo que no les preocupaba tanto cuando los márgenes eran más amplios.
Fidelidad
Quizá parezca contradictorio que en estas circunstancias la competencia no sea muy grande entre las asesorías. “La realidad es que cuando uno empieza con un asesor, lo normal es que siga siempre con él, porque llega a saberlo todo de las circunstancias de su negocio. Eso crea una especial vinculación y también hay una cierta pereza por parte del cliente en trasladar toda esa información a otro despacho”, reconoce la asesora de Gestisa.
No son tiempos fáciles y eso se comprueba en la multiplicación de reclamaciones judiciales de facturas no pagadas, según el abogado Héctor Cabieces, que también participó en el encuentro y que es partidario de iniciar la reclamación lo antes posible, dadas las restricciones y dificultades para recuperar el IVA, una carga que el empresario se ve obligado a abonar tras emitir la factura aunque no haya podido cobrar el producto o el servicio.
El abogado recuerda que, según la legislación tributaria, es posible recuperar el IVA repercutido de las facturas no cobradas, si se ha iniciado un procedimiento judicial reclamando el pago de la cantidad pendiente. Realizando determinados trámites podemos recuperar dicho impuesto aún cuando el resto de la cantidad debida no se pudiera recobrar.