Síntax moverá 45.000 coches por Santander el año próximo
Síntax Logística nació en 1996 al desaparecer el grupo francés Walon, que tenía intereses en varios países. La filial española de este grupo, que desde hace veinte años se encarga de la distribución de vehículos desde su llegada al puerto hasta su entrega al concesionario, fue adquirida por los directivos, con el apoyo del grupo británico de capital riesgo 3i y pasó a denominarse Síntax Logística. Como ha ocurrido ahora con la venta al Grupo Dragados, toda la estructura de la empresa se mantuvo sin alteración.
Síntax Logística despegó no sólo en el mercado español, sino que se adentró a través de filiales en Francia, Portugal y otros países, que le han llevado a mover más de un millón de coches al año. En el caso de España, donde su cuota de mercado es mayor, opera casi 700.000 vehículos, entre los que se encuentran la mayoría de los fabricados por Opel España, una parte muy significativa de los Citroën y Peugeot, la totalidad de los Nissan o de los Honda o los Daewoo y la mitad de los Mitsubishi.
Una delegación de las fábricas
En Santander, donde tiene casi 100.000 metros cuadrados de superficie en el Espigón Central de Raos, mueve 35.000 coches al año, todos ellos de fabricantes asiáticos, aunque proceden de fábricas repartidas por todo el mundo. En concreto, los Honda llegan de plantas de montaje de Japón, Inglaterra y Estados Unidos; los Mitsubishi de Holanda; los Nissan de la fábrica que esta compañía tiene en Inglaterra; los Tata, de la India, y los Syangyon, de Corea.
Síntax actúa como una delegación de las fábricas, capaz de personalizar los vehículos antes de ser servidos a los concesionarios con los kits de la propia marca, lo que evita los retrasos que acarrearía tener que hacer este proceso en origen. Además del transporte al destinatario final, en estas estaciones se corrigen pequeños arañazos que el vehículo pueda haber sufrido durante el traslado en barco hasta Santander, se revisa mecánicamente, se limpia de las protecciones de parafina, polímeros o plásticos que lo preservan durante el transporte y se le incorporan los añadidos solicitados por el cliente, desde el techo solar a los faros de xenon.
A pesar de las muchas versiones que ya realizan los fabricantes (del Honda Civic se envían a Santander nada menos que diez) y los múltiplos que de estas versiones se producen al añadir toda la gama de colores, las variedades que se le ofrecen al cliente en el concesionario son bastantes más, a consecuencia de los diferentes equipamientos que pueden elegir. Son estos centros de preentrega los que, en función del pedido concreto, añaden llantas de aleación, volantes deportivos, radios-cd, sensores de parking, climatizadores, techos solares o asientos de cuero. Estas personalizaciones son muy distintas en cada país, ya que tienen mucho que ver con los gustos nacionales, por lo que las marcas cada vez dejan más margen de actuación a las estaciones de preentrega.
El DNI del coche
El coche llega a Santander desde la fábrica con un código de 17 dígitos que reflejan los datos principales. En esta especie de DNI se puede saber desde la planta donde se fabricó al número de chasis o el color e, incluso, la posición exacta donde se encuentra aparcado dentro de la inmensa campa que permite almacenar los 7.000 vehículos que como stock medio suele tener Síntax en Santander.
Además de la estación de recepción de vehículos y revisiones de preentrega de Santander, la empresa cuenta con otros centros logísticos en Barcelona, Madrid y Gerona.
A pesar de la recesión del mercado automovilístico, sus expectativas para Santander son de un rápido crecimiento una vez pueda contar con otros 40.000 metros cuadrados que ha solicitado en concesión a la Autoridad Portuaria para ampliar sus campas. Con ellos espera poder mover el próximo año 45.000 vehículos, casi un 30% más que este. La compañía se siente muy cómoda en el puerto de Santander y no descarta utilizarlo para el movimiento de otras marcas lo que justificaría una segunda ampliación de las campas, que ya tiene en estudio.