Tuberías más longevas
Saint-Gobain Canalización ha iniciado la renovación de su gama de productos para la conducción de agua potable, y su planta de Santander –la antigua Funditubo– trabaja ya en la fabricación de los nuevas canalizaciones que estarán disponibles a partir de la próxima primavera. Bajo el nombre comercial de Pam Natural, la nueva tubería de fundición dúctil cuenta con un revestimiento exterior de zinc y aluminio que refuerza notablemente su resistencia a la corrosión, evitando, en la mayoría de los terrenos, la necesidad de incorporar manga de polietileno y reduciendo los costes de instalación.
La fiabilidad del revestimiento viene apoyada por los ensayos realizados en los terrenos extremadamente agresivos del emblemático Mont San Michel francés, una península cuyo istmo desaparece con cada marea, donde los nuevos tubos de canalización han demostrado mucha mayor longevidad. La protección galvánica del zinc se refuerza con el aluminio, que forma una capa de protección estable. Un recubrimiento de resina epoxy completa el acabado del nuevo producto, que tendrá un característico color azul que permitirá su rápida identificación en aquellas conducciones de agua potable que se instalen con esta nueva gama.
Del Ebro a Moscú
El grupo Saint-Gobain, cuya creación se remonta al siglo XVII, está implantado en 46 países de todos los continentes y cuenta con más de mil sociedades consolidadas. La cifra de negocio del año 2001 alcanzó los 30.000 millones de euros y a pesar de actuar en un sector maduro ha demostrado una gran capacidad de innovación, hasta el punto que el 50% de la facturación se obtiene por productos que no existían hace diez años. El Grupo, cuyas actividades abarcan sectores como el vidrio, cerámicas térmicas, plásticos de alto rendimiento y materiales de construcción, da empleo a más de 170.000 trabajadores y tiene el liderazgo mundial en canalizaciones de fundición dúctil.
La actividad de canalización de Saint-Gobain, cuya filial cántabra se encuentra a la cabeza de este área de negocio, alcanza una cifra de facturación anual de más de 1.400 millones de euros, con fabricación en una decena de países y más de 8.000 personas en plantilla. Las canalizaciones de la factoría santanderina están siendo utilizadas en las numerosas obras de saneamiento que se acometen en la región, y de la capacidad de producción de la planta da idea el hecho de que con los tubos fabricados este año se podría haber llevado el agua del pantano del Ebro hasta Moscú.